Hoy hemos quedado algo más tarde para empezar a rodar: necesitábamos una luz no tan madrugadora, y así también podíamos madrugar menos, que ayer nos fuimos a dormir tarde.
Estaba previsto grabar la localización de Casa Amanda. La casa real era la misma que utilizamos para hacer la Casa de Manel, pero por la parte de atrás. El hogar de Amanda es muy entrañable, es una extensión del personaje: viva, colorida, contundente y delicada a la vez... Aina y Vero la han pintado y decorado con tonos rosas, azules, convirtiendo el espacio en un universo particular, muy personal.
Nos ha hecho un día de verano, con pocas nubes y mucho sol, y debido a esto no hemos podido grabar, ya que la secuencia que debíamos rodar pertenece a la parte final de la película, que coincide con el final de ese día en el que transcurre toda la acción. Estuvimos esperando a que se estropeará el día, pero fue en vano, el sol insistía, de modo que no pudimos grabar nada y fue algo decepcionante el hecho de haberlo preparado todo para nada. De todas formas es consolador ver que aún no hemos dominado por completo la naturaleza y que de vez en cuando hemos de plegarnos a ella, esperar, respirar, respetar otros tiempos que los nuestros.
Había venido justo hoy Emanuele Tiziani, Manu, para interpretar a Quique. Él fue el atrezzista de El Asesino a sueldo, la película de Salomón que se estrenará a principios del año que viene, y por esa razón ya conocía a gran parte del equipo y ha sido un feliz reencuentro y una puesta al día de nuestras vidas. Hemos cenado todos juntos fuera del Hostal, para que descansen un poco, ya llevamos un mes con ellos y no debe ser fácil atendernos cada día, y menos con la fatiga acumulada.
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