Así que esta mañana ha tenido que participar en la primera parte de la secuencia 38, en el interior del City, junto a Carles Torras interpretando al Caimán, un personaje con muy malas pulgas. Mireia era la novia borracha y sola que está dentro del local. Que tomen nota los próximos meritorios de dirección de Salomón Shang: hay que estar dispuestos a todo. Como ha dicho ella "No he estudiado interpretación; Salomón me dijo lo que buscaba y lo hice. La verdad es que no me costó mucho, fue divertido. No es la primera vez que salgo ante las cámaras, me gusta, he hecho figuraciones y figuraciones especiales en series y anuncios. pero nada que ver con esto".
Aina y Vero, una vez más, convirtieron la localización con su varita mágica. Transformaron el comedor exterior de La Cantina en los restos de un banquete de boda. Al ser un interior, el tema de la iluminación se complicó algo, pero Sergio, junto a Nacho y Eudald, lo resolvió todo.
También Laura volvió a impresionarnos con la caracterización de Carles convertido en Caimán, con una peluca de pelo largo y liso con un pañuelo atado en la frente. El trabajo más laborioso fue, no obstante, el tatuaje que le hizo en el brazo, parecía real.
La caracterización de Mireia también ha sido muy conseguida, con un vestido de boda, una peluca rubia de pote y un velo con una flor, lo más parecido a una boda gitana. El último detalle que le puso fue glicerina por toda la cara para que pareciera sudada, ya que su personaje se encuentra en un estado del todo ebrio. Salomón, para dar más fuerza al plano, quiso que la novia, que ya llevaba tanto alcohol que estaba durmiendo en la mesa, vomitará encima de esta mientras dormía. Vero y Aina se pusieron manos a la obra y prepararon una deliciosa papilla de galleta, zumo de naranja, plátano y frutos secos, con la que Mireia tuvo que llenarse la boca para luego vomitarla.
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